jueves, 3 de mayo de 2018

El Partido Socialista de los Trabajadores llama a votar críticamente por Gustavo Petro en las elecciones del 27 de mayo

Autor: Comité Ejecutivo – PST
Hoy se está levantado en amplios sectores obreros y populares un odio de clase contra la burguesía y sus partidos: el Centro Democrático, el Liberal, el Conservador, Cambio Radical y de la U, responsables de la crisis que padecemos los trabajadores y los pobres. El PST saluda este sentimiento y lo acompaña.
Nuestro voto es crítico porque a pesar de que Petro ha logrado la simpatía de sectores importantes de la clase obrera, de los trabajadores y pobres de este país, no tiene un programa contra el sistema capitalista y por la conquista de una nueva sociedad sin explotadores ni explotados, sin oprimidos ni opresores, es decir, una sociedad socialista. Sin un programa contra el capitalismo ningún problema se puede resolver en forma radical como se necesita.
Nuestro voto no es incondicional
El Partido Socialista de los Trabajadores, que en las elecciones parlamentarias llamó a votar en blanco, porque creemos que ningún candidato representa los genuinos intereses de la clase trabajadora, dirigió después del 11 de marzo una carta abierta a Gustavo Petro, proponiéndolo que encabezara un Frente de izquierda y los trabajadores que discutiera a su interior un programa que recoja los profundos cambios que requieren los explotados, cambios que tienen que ser claramente en beneficio de los trabajadores, los obreros, los campesinos pobres, los sectores populares y los oprimidos del campo y la ciudad, y que se convirtiera en un fuerza alterna a todos los candidatos del establecimiento (de los ricos, empresarios, banqueros y terratenientes), absolutamente independiente de todos ellos y sus partidos. Petro optó por lo contrario: llamar a De la Calle del tradicional Partido Liberal y a Fajardo, de la Coalición Colombia, pero los dos partidos le negaron un posible acuerdo.
En estas condiciones Gustavo Petro y la Colombia Humana, no han tenido más remedio que hacer una campaña independiente, en la que han encontrado el apoyo de los que debieron llamar desde el principio: centenares de obreros, mujeres, jóvenes y sectores oprimidos del pueblo trabajador, de dirigentes sindicales y bases de sindicatos, de sectores empobrecidos de la clase media; es decir, de quienes nosotros le propusimos en nuestra carta abierta.
No compartimos su programa, empezando por el apoyo a los acuerdos de paz, que solo han servido para fortalecer este régimen antidemocrático, seguir justificando el asesinato de cientos de líderes sociales, y atropellos a la independencia y la soberanía nacional como los tratados de extradición y muchos otros. Llamamos a votar por Gustavo Petro, porque para muchos trabajadores él encarna ese odio de clase contra los que se robaron el país con la corrupción, pero nosotros no creemos que Gustavo Petro vaya a resolver ningún problema de fondo; por eso nuestro voto no es un cheque en blanco. Estamos convencidos de que solo con la movilización de los trabajadores y los explotados, y con un gobierno de los trabajadores, se pueden resolver nuestros problemas.
Le planteamos a la campaña de Petro, así como muchos trabajadores y sindicatos lo han hecho, una serie de reivindicaciones, como por ejemplo, acabar con la tercerización y con los contratos temporales, que le han quitado a la nueva generación de trabajadores la posibilidad de tener al menos estabilidad laboral. Si Petro quiere ganar pleno apoyo de los trabajadores tiene que ir más allá de su promesa de derogar las leyes laborales del uribismo: tiene que derogar todas las leyes que le quitan los derechos laborales, de organización, de movilización y huelga a los trabajadores.
Sí hay que expropiar a los grandes capitalistas
El voto crítico a Petro nos tiene que servir para responderle al régimen antidemocrático que nos quita a los trabajadores el más elemental de los derechos: el derecho a elegir y ser elegidos. Tenemos que seguir exigiendo el derecho a participar en los procesos electorales sin firmas, sin pólizas y sin multas, con el solo hecho de tener un programa para proponer a los trabajadores y el pueblo, para que en futuras elecciones podamos levantar candidatos propios sin vernos obligados a llamar a votar por quien no llena plenamente nuestras expectativas ni representa clara y abiertamente nuestros intereses contra los intereses de los patronos y el imperialismo.
Al tiempo que llamamos a votar críticamente por Petro, los socialistas seguiremos levantando, sin mediaciones, las reivindicaciones de los explotados en materia de salud, educación, salarios, empleo, vivienda, seguridad social e independencia del imperialismo que en un hipotético gobierno de Petro no se podrían llevar a cabo porque él se niega a romper con la burguesía y el imperialismo y expropiar a los grandes capitalistas, dejando intactas las bases de la sociedad burguesa.
Tampoco compartimos la política complaciente de Petro con el imperialismo, que se limita a renegociar las condiciones de los Tratados de Libre Comercio y avalando la extradición de nacionales como en el caso de Jesús Santrich, dirigente de la FARC pedido en extradición por el imperialismo yanqui, profundizando la pérdida de la soberanía nacional y la independencia a manos de la justicia imperialista.
La clase obrera se debe preparar para la movilización
Los trabajadores no podemos olvidar que la economía a nivel mundial sigue en crisis. Una crisis causada por los ricos empresarios que ya no ganan lo que estaban acostumbrados a ganar. Ellos que provocaron la crisis, pretenden que la paguemos nosotros rebajando los salarios y las prestaciones sociales, subiendo las jornadas de trabajo, eliminando la estabilidad laboral, recortando o suprimiendo los derechos sociales como la salud, la educación y la vivienda, y subiendo los impuestos regresivos como el IVA. Estos son los llamados planes de austeridad, planes antiobreros y antipopulares que los empresarios y sus gobiernos aplican en todo el mundo.
El imperialismo mundial ya está impulsando estos planes desde 2007 y no logra recuperar su tasa de ganancia. Por eso aquí, como en toda América Latina y el mundo, no podemos esperar otra cosa de sus organismos internacionales que la más brutal presión para que los trabajadores paguemos con nuestro ya pésimo nivel de vida la crisis provocada por ellos y sus gobiernos corruptos.
Seguramente, si ganan los candidatos de los patronos van a impulsar sin dificultad en el Congreso estas políticas, porque obtuvieron una aplastante mayoría en las pasadas elecciones. Y los trabajadores tendremos que movilizarnos para impedir que nos hagan más pobres. Si Petro gana la presidencia va a tener que enfrentarse a una disyuntiva de hierro: ceder al recién elegido Congreso que le va a sabotear sus propuestas, o apoyarse en la movilización de los trabajadores para poder cumplir, al menos, con sus promesas de campaña.
A los trabajadores que siguen a Petro, y a los que no compartimos ni su programa ni sus políticas, no nos queda más camino que prepararnos para enfrentar esta situación, cualquiera que sea el nuevo gobierno. Si es Petro quien gana, el Partido Socialista de los Trabajadores impulsará la movilización contra el Congreso, los partidos de los empresarios y terratenientes y el propio imperialismo, en defensa de los derechos de los trabajadores y exigiendo al gobierno, no solo que cumpla con las promesas de campaña, sino que vaya más allá, para enfrentar los embates de la reacción política y económica de los burgueses. Y si Petro incumple o toma medidas contra los trabajadores y los oprimidos, estaremos en primera fila en la lucha contra su gobierno.
Si gana alguno de los candidatos burgueses tendremos que salir a enfrentarlo desde el primer día de gobierno, y a esa batalla unitaria llamaremos al hoy candidato Petro y a todos los trabajadores que hoy lo acompañan.
Finalmente, llamamos a los trabajadores a avanzar en su organización sindical, pero sobre todo a construir un partido de los trabajadores, independiente de la patronal y sus gobiernos, para organizar y dirigir a la clase trabajadora a su plena liberación. No escondemos que somos socialistas y revolucionarios internacionalistas, que luchamos por destruir el capitalismo e instaurar un gobierno de los trabajadores.
¡Abajo la tercerización y los contratos temporales!
¡Aumento de salarios para los trabajadores! ¡Abajo los salarios de gerentes y congresistas!
¡Por la estatización total de los servicios de salud, educación y vivienda! ¡Los servicios no son mercancías!
¡Fuera el imperialismo norteamericano de América Latina y el mundo!
¡Abajo el régimen antidemocrático! ¡Restitución del derecho de huelga, de protesta, de movilización y de participación política!
¡Cárcel y expropiación para los corruptos!
¡Nacionalización de la industria con control obrero!
¡Viva el 1 de mayo internacionalista y proletario!
¡Votemos críticamente por Petro para propinar una derrota a los representantes de la patronal oligárquica y proimperialista!