sábado, 20 de enero de 2018

¿La tecnología está creando o destruyendo nuestros trabajos?






¿Qué impacto tiene el cambio climático en la fuerza laboral? ¿Y qué repercusiones tiene todo esto en nuestras condiciones de seguridad en el trabajo? El mundo laboral está sufriendo cambios profundos en todo el planeta.


Hay que intentar aprender de la historia. Observe lo que ocurrió con las tres primeras revoluciones industriales: después de un período de turbulencias y ajustes, salimos de ellas mejor de lo que comenzamos, con más trabajos, de mejor calidad y con mejor calidad de vida.

Guy Ryder
Director general de la 
Organización Internacional del Trabajo


¿La tecnología crea o destruye empleos?
En muchos países, los trabajadores son conscientes de la amenaza que pesa sobre una amplia gama de puestos de trabajo. Por ejemplo los vehículos son cada vez más autónomos, seguros y eficientes y puede que en poco tiempo, los caminoneros no sean necesarios. Millones de conductores podrían perder, de repente, su empleo.
Al mismo tiempo, en todo el planeta las personas encuentran nuevas oportunidades, a menudo mejores, gracias a la continua innovación en todas las ramas. El mundo del trabajo está cambiando, desde el valle del Nilo hasta Silicon Valley. Empezemos con un ejemplo en Egipto.
El Fayún) es una de las provincias egipcias en donde la tasa de paro femenina es más alta. Aunque gracias a las nuevas tecnologías, centenares de mujeres han sido contratadas aquí.
Om Said, empresaria, comenta que este més se han marcado “unos objetivos. Previamente habíamos secado una parte de la cosecha pero tenemos que producir más”. Según Said, las jornaleras proceden “de pueblos cercanos. Siempre hay personas que necesitan trabajo. Para ellas, es una fuente de subsistencia. Con las nuevas tecnologías, podemos producir más en menos tiempo. El proceso de secado ahora solo lleva dos días, lo cual acelera la producción.”

Durante la cosecha, se contratan cerca de 200 jornaleros, en su mayor parte mujeres, que procesan hasta 300 toneladas de manzanilla. Las plantas se secan de forma rápida e higiénica utilizando una secadora alimentada por energía solar, concebida por ingenieros de la zona. Los empleos que se han generado cubren todas las categorías. Wael Abdelmoez, especializado en mediambiente y energía en R&D Tech insiste en este punto: hay puestos de trabajo “de alto nivel: ingenieros, personas doctoradas que están trabajando en el diseño y la supervisión de las secadoras solares, y también están los empleados en la instalación, y las mujeres que trabajan en el campo, cuyo número ha aumentado muchísimo.”