miércoles, 8 de junio de 2016

Un canto grande de paz cambió el ritmo de la Plenaria del Senado

Al recibir la condecoración del Presidente del Congreso, Luis Fernando Velasco, Leonor Gonzalez Mina, la Negra Grande de Colombia, cantó a capela con un mensaje de paz para que “los niños puedan dormir en sus cunas sonriendo de amor”. Bogotá, D.C, junio 7 de 2016 (Prensa-Senado).- La Plenaria del Senado de la República vibró este martes 7 de junio con el canto a capela de no más a la “maldita violencia” en la voz de Leonor González Mina, la Negra Grande de Colombia, quien rompió la rutina de los debates, constancias y proposiciones, en el pleno de la corporación, con un canto que reclama el dolor de la violencia y solicita “que reine la paz”.
Al recibir la condecoración del senado por parte del presidente del Congreso Luis Fernando Velasco, La Negra Grande de Colombia, no sólo agradeció dicho reconocimiento por su trayectoria artística, cultural y labor social en beneficio del país, sino que sorprendió a la audiencia al interpretar la canción Violencia de Gabriel Romero, lo que conmovió a los senadores, asistentes y televidentes, porque nunca fue más pertinente esa suplica a la violencia como en este momento, donde Colombia construye su camino a la reconciliación nacional. La interpretación de la Negra Grande llenó de emoción el recinto del Senado, donde las mayorías apoyan el proceso de paz, liderado por el Presidente Juan Manuel Santos; se pusieron de pie y aplaudieron con optimismo y entusiasmo el mensaje del canto: “violencia por qué no permites que reine el amor, que puedan los niños dormir en sus cunas sonriendo de amor”. El Presidente del Congreso Luis Fernando Velasco, al exaltar la obra de Leonor González Mina resaltó que: “desde muy pequeños oír hablar de la Negra Grande, ha sido algo muy especial para los colombianos, por lo que usted significa. Usted no sólo representa el folclor de nuestro país, sino la capacidad que tuvo para vencer prejuicios y llegar con su talento desde muy temprano, cuando salió de su casa natal en Jamundí y sin pedir permiso, recorriendo el mundo y llevando la voz de los que se hicieron escuchar con su arte: los negros del pacifico y de toda Colombia”. Agregó Velasco que “no se pudo conseguir un afrodescendiente para que fuera embajador en algún lugar del mundo y por ello usted ha sido nuestra afrodescendiente embajadora. Negra Grande, gracias por hacer grande a este país”. Después del canto a la no violencia, la homenajeada, la Negra Grande de Colombia, Leonor González Mina, rompió los aplausos y se despidió diciendo que seguirá luchando “como lo he hecho porque esta es Colombia, somos seres que sentimos, vivimos y que nos queremos, hemos tenido problemas, pero seguimos luchando por unirnos y hacer que Colombia sea más grande que nunca”.